Quiero decir que os invito a ser niños de nuevo, a
desaprender, a no llegar con prejuicios ni con pre – juicios. Estamos hechos de
tristes costumbres. No nos gusta asombrarnos, como los niños.
Nos falta
la virginidad que es inocencia. Nosotros tenemos ideas, tenemos gustos, ya
hemos leído libros: poseemos algo, y como todos los poseedores, tememos por ese
algo.
Comienzo con esta cita de George
Bernard Shaw: “La vida no es el encontrarse a sí mismo. La vida trata
acerca de crearse a uno mismo”.
¿Os parece
un buen cuento para comenzar, para abrir boca? Hablamos de filosofía, de vida.
Hoy la filosofía se sacude la solemnidad y el academicismo, dispara su fuerza
escrutadora al corazón de los temas de nuestra vida cotidiana. Intenta
escudriñar la propia vida y hurgar en las cuestiones mundanas de la existencia.
La
filosofía no son palabras, sino modo de vida, camino de salvación. Es trabajo
peculiar de cada uno. Nadie lo puede hacer por ti.
Epicuro
afirmó que los argumentos de la filosofía son vacuos si no mitigan ningún
sufrimiento. La filosofía tiene mucho que aportar al bienestar de las personas.
Utilizo el
diálogo socrático. La conversación como comunión de las personas, es una aliada
fiel contra esa desazón que acecha con la fuerza de una plaga: la gente se
sigue sintiendo sola.
El diálogo
filosófico sirve para el intercambio de miradas, para la proximidad y contacto
con el otro, que se anima a desnudar lo más hondo de su pensamiento.
Buscamos la
sabiduría que nos llevará a la felicidad. ¿Dónde se encuentra la sabiduría?
Vete pensando. ¿Vivir en armonía con el orden cósmico? No buscamos verdades
científicas, sino sentido para nuestra existencia.
El mundo es
cosmos, es justo, bello, bueno, armonioso. Es perfecto como se ve en cualquier
organismo: Un ojo por ejemplo es perfecto para ver. Zeus ha vencido al Caos. La
realidad (el universo) no es un objeto a estudiar, sino una vida para vivir.
¿Cuál es el
papel, la misión de los seres humanos en este Cosmos? Sólo somos un fragmento
de cosmos, un átomo de eternidad. ¿Encontrar nuestro lugar, nuestro hogar para
salvarnos? ¿Regresar a Ítaca? ¿Conquistar la armonía con el Cosmos?
¿Qué es una
vida buena para los humanos, para seres mortales que tienen conciencia de su
finitud?, ¿adaptarse al orden divino?, ¿asemejarnos a los dioses?
Amar lo que
es, el presente, dirá Nietszche; librarse de las pasiones, dirá Spinoza, de los
miedos, de los odios, de la culpabilidad, del remordimiento, corruptores del alma,
y que le impiden su crecimiento.
Imitar a
Zeus, fulminador de los Titanes, como lo hicieron los héroes, como Heracles,
Jasón, Teseo, etc., combatientes victoriosos de todas las reencarnaciones
monstruosas de las fuerzas del mal (Caos). El Cosmos es muy frágil.
Cuando el
estupor nos obliga a salir realmente de nosotros mismos, a perder el equilibrio
para encontrar otro, quizá más arriesgado, entonces fruncimos la boca,
pataleamos, verdaderamente nos volvemos niños. Todo el mundo debe saber quién
es, pero pocos se conocen en realidad.
Saber que
se está confundido es el primer paso para dejar de estarlo. Para que cambien
las cosas, debes cambiar tú primero. Si sigues haciendo lo que siempre has
hecho, no conseguirás más de lo que has conseguido hasta ahora. Deja de hacer
lo que no da resultado.
Encontrarás
la respuesta a lo largo del camino. Cada uno debe encontrar su propio camino. Nunca
se puede aprender la verdad de boca de los demás. Cada uno debe descubrirla por
sí mismo.
Aprende a
nadar. Si te sacan ahora, en la próxima puede ocurrirte lo mismo. A veces la
niebla impide ver el camino correcto. Todo lo que consigue una persona es lo
que ha decidido, ni más ni menos.
La
perfección, igual que la belleza, depende de los ojos con que se mira. Todo es
como queremos que sea. Eso es lo que hace que sea perfecto y lo único
imperfecto es tu manera de percibir la perfección.
Cuando
buscas la belleza en el universo, comienzas también a ver tu propia belleza….
Si te fijas en la imperfección, eso es lo que hallarás.
No basta
saber la verdad, hay que sentirla. Siempre ha formado parte de ti, aunque tú no
te hayas dado cuenta. Ponemos barreras para protegernos de quienes creemos que
somos. Luego un día quedamos atrapados tras las barreras y ya no podemos salir.
Escúchate. He
estado aquí durante años, pero esta es la primera vez que estás lo
suficientemente silencioso como para oírme. (Conciencia)
El
conocimiento es la luz que ilumina nuestro camino. Tenemos que desarrollar el
potencial en beneficio de todos. No seas egoísta.
Si crees que el dragón del miedo
y de la duda es real, te quemará.
1 comentario:
Estimado José Maria:
¿Quieres que Fernando Savater imparta una clase magistral en tu centro? Te invitamos a que animes a tus alumnos/as de ESO o Bachillerato a participar en la 3ª Edición del Premio Filosofía de Urgencia.
Puedes ampliar información en: http://www.fernandosavater.com/premio-filosofia-de-urgencia.php
Saludos.
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