EDUCAR ¿PARA QUÉ?
La crisis de la sociedad no es una crisis económica, sino sobre todo sufre una
crisis moral.
Una vez más la educación sale a la
palestra, otra vez se habla de pactos educativos. Y serán buenos estos pactos
si llegaran a hacerse, pues sería la comunidad entera la que firmara los
protocolos. Pero estos pactos son solamente para fijar o programar lo más
externo y menos esencial de la educación, aunque también todo esto es
necesario.