martes, 19 de abril de 2022

 



                                            


  

CARTA ABIERTA A LOS SOCIOS Y SIMPATIZANTES DEL ATENEO ESCURIALENSE DE LAS LETRAS, LAS ARTES Y LAS CIENCIAS.

 

Queridos amigos: Hoy es una fecha muy especial para mí y sobre todo para nuestro Ateneo Escurialense. Hoy, día 19 de abril, hace nada menos que quince años que tuvo lugar el nacimiento de este nuevo y sugerente proyecto cultural.


Recuerdo su alumbramiento y los nobles propósitos que nos empujaron a iniciar esta apasionante empresa. Este pueblo necesita un Ateneo, un foro adecuado para ofreceros un ámbito acogedor en el que podáis desarrollar vuestras potencialidades personales y sociales.

Todos sabéis que la palabra Ateneo viene del templo de Palas Atenea, diosa del arte y del saber. Es el templo del saber en el que se reunían poetas, oradores, filósofos, para leer y debatir temas de la cultura.

Lejos de instituciones que encadenan el pensamiento y estancan la civilización, el Ateneo Escurialense se nos ofrece como el lugar para el encuentro, para el saludo, para la sonrisa afable, para verse, para escuchar y hablar, para el diálogo abierto y sincero, para la tertulia, para los debates, para conocernos, para aprender y enseñar, para reír. Lleva quince años ofreciendo a la comunidad cursos, conferencias, talleres, lecturas, viajes, investigaciones, representaciones, exposiciones, cafés-coloquio…, con el objetivo de favorecer y fomentar la vida cultural de las personas, estimular el sentido humano de la existencia, y que podamos cumplir todos nuestros anhelos e inquietudes científicas, artísticas y literarias.

Un lugar abierto a todo el mundo sin ninguna clase de restricción.

“El primer deber de un ateneo es el debate libre, abierto y sin cortapisas, para el que nada que responda a una convicción sincera pueda dejar de decirse, aunque siempre dentro del respeto al otro y dentro de una convivencia civilizada”. José Luis Abellán.

La libertad, consustancial con la dignidad humana, es el principio de todas las actividades culturales, lejos de todo control o censura. Cada miembro puede ejercer libremente el derecho de escuchar, hablar, investigar, aprender, enseñar, discutir sobre lo divino y lo humano sin dogmatismos. Las relaciones humanas, de cerca, cara a cara, se nos presentan imprescindibles en esta humana tarea.

Somos muchas las personas hambrientas de cultura, y esto nos hizo ser muy optimistas ante el futuro de nuestro Ateneo Escurialense y de la propia humanidad. Y en efecto así ha sido. Gracias a vuestras ansias de ciencia, arte y cultura hoy hemos llegado hasta aquí, y en este caminar habéis tenido mucho que ver y sobre todo que decir todos vosotros y vosotras.

En nombre del Ateneo Escurialense os doy las gracias por vuestra ayuda, por vuestra presencia y por vuestras ausencias. Entre todos y todas estamos consiguiendo ese lugar de encuentro y de convivencia para fomentar la calidad de nuestra vida. Es una apuesta a favor del “hombre de carne y hueso” que diría Unamuno y de su contacto personal con otras personas a través de la tertulia y del diálogo que ella impone.

Hemos creado “la sociedad de la “información” donde la palabra hablada, el tú a tú personal, va quedando cada vez más relegado por los potentes e invasores medios tecnológicos que protagonizan la “comunicación” humana llevándola a una creciente deshumanización. No nos encontrarnos los unos con los otros. No encontramos el tiempo ni el lugar. Ya no recordamos a qué sabe un apretón de manos, o de qué color son los ojos que quieren mirarnos. Y, sin embargo, sentimos la necesidad de los otros, echamos en falta su cercanía, ese cálido aliento que nos empuja a ser nosotros mismos y a continuar edificando nuestro propio camino. Vivimos en demasiados monólogos, y, a falta de interlocutores válidos, hablamos con las máquinas”. J.L. Abellán.

Lejos de la inacción o la barbarie, el Ateneo quiere recuperar la actitud sabia ante la vida, el sentido humano del saber, el legado humanista e integrador de nuestra cultura como una función catalizadora, llamada a la unión y a la paz entre todos los seres humanos.

Nació y vive con una filosofía de valores universales irrenunciables en toda sociedad democrática. Ayuda a valorar la ciencia en nuestra sociedad como defensa de la libertad intelectual y política, y sus señas de identidad se basan en la libertad, el respeto, el diálogo y la tolerancia. Ellas conforman nuestro marco de referencia. Preferimos una sonrisa a tener más razón que el otro. Todos tenemos cabida y todos tenemos la palabra sin elitismos ni dogmatismos, sin verdades fijas y acabadas para siempre. Cuánta más razón tenemos, menos flexibles y tolerantes somos.

Hemos abierto nuevos caminos por los que caminar. Las tareas del Ateneo son un reto continuo que no termina nunca: Preocupación por la educación, “difundir las luces”, el saber y propagación de los conocimientos que civilizan y mejoran la especie humana como fundamento de la democracia. De la discusión nace la luz decían los primeros ateneístas.

Don Antonio Cánovas del Castillo en la toma de posesión como presidente del Ateneo de Madrid habló del “alto sentido y espíritu social, de progreso y civilización, de todo ateneo, y evocó las palabras del duque de Rivas en su Discurso de presentación como primer presidente del Ateneo de Madrid en el año 1835: Una de las libres asociaciones de ciudadanos, espontáneamente nacidas a la sombra de la libertad, que sin más impulso que el de sus buenos deseos, y sin más estímulos que el de su propia ilustración, se juntan para esparcir gratuitamente las luces (...). ¿Cabe añadir algo esencial á tan claras palabras? No, por cierto”.

El duque de Rivas hablaba del concurso de la inteligencia en la vida…y de la no supresión de la actividad espiritual. “Para pensar es indispensable ser libres”, “nada restringe su espíritu”, nada humano le es ajeno, defendía otro de sus presidentes, Don Manuel Azaña. No puede haber democracia sin la debida educación del pueblo. Que no tengamos que avergonzarnos de situaciones pasadas en las que el pueblo gritaba “vivan las cadenas”.

Estamos en período electoral en nuestro Ateneo Escurialense. La idea de progreso indefinido de todo ateneo lleva consigo la de renovación de los cargos. Cargos nuevos para nuevas ideas. Agradecemos a quienes dan este paso para poner su granito de arena en todos estos objetivos.

Deseamos promover nuestro Ateneo como centro educativo de nivel universitario, establecer cátedras y colaborar en la federación de ateneos de España, de hispano américa y del mundo para hacer oír el mensaje ateneístico en el mundo entero.

Os animo a seguir ilusionados con esta grandiosa idea y a sentirse orgullosos de pertenecer al Ateneo Escurialense de las Letras, las Artes y las Ciencias, el ateneo de todos.

Un abrazo

José María Calvo de Andrés.

Presidente fundador.

 

P.D.: No puedo menos que recordar a aquellos amigos que nos acompañaron, nos ofrecieron su amistad, han dejado una huella imborrable en nuestro Ateneo Escurialense, y que ya no están con nosotros. Nuestro agradecimiento más sincero. Nunca os olvidaremos.

 

 

 

No hay comentarios: