CARTA
ABIERTA A LOS SOCIOS Y SIMPATIZANTES DEL ATENEO ESCURIALENSE DE LAS LETRAS, LAS
ARTES Y LAS CIENCIAS.
Queridos
amigos: Hoy es una fecha muy especial para mí y sobre todo para nuestro Ateneo Escurialense.
Hoy, día 19 de abril, hace nada menos que quince años que tuvo lugar el
nacimiento de este
nuevo y sugerente proyecto cultural.
Recuerdo
su alumbramiento y los nobles propósitos que nos empujaron a iniciar esta
apasionante empresa. Este pueblo necesita un Ateneo, un foro adecuado para
ofreceros un ámbito acogedor en el que podáis desarrollar vuestras
potencialidades personales y sociales.
Todos
sabéis que la palabra Ateneo viene del templo de Palas Atenea, diosa del arte y
del saber. Es el templo del saber en el que se reunían poetas, oradores,
filósofos, para leer y debatir temas de la cultura.
Lejos
de instituciones que encadenan el pensamiento y estancan la civilización, el
Ateneo Escurialense se nos ofrece como el lugar para el encuentro, para el
saludo, para la sonrisa afable, para verse, para escuchar y hablar, para el
diálogo abierto y sincero, para la tertulia, para los debates, para conocernos,
para aprender y enseñar, para reír. Lleva quince años ofreciendo a la comunidad cursos,
conferencias, talleres, lecturas, viajes, investigaciones, representaciones,
exposiciones, cafés-coloquio…, con el objetivo de favorecer y fomentar la vida
cultural de las personas, estimular el sentido humano de la existencia, y que
podamos cumplir todos nuestros anhelos e inquietudes científicas, artísticas y
literarias.
Un
lugar abierto a todo el mundo sin ninguna clase de restricción.
“El
primer deber de un ateneo es el debate libre, abierto y sin cortapisas, para el
que nada que responda a una convicción sincera pueda dejar de decirse, aunque
siempre dentro del respeto al otro y dentro de una convivencia civilizada”.
José Luis Abellán.
La
libertad, consustancial con la dignidad humana, es el principio de todas las
actividades culturales, lejos de todo control o censura. Cada miembro puede
ejercer libremente el derecho de escuchar, hablar, investigar, aprender,
enseñar, discutir sobre lo divino y lo humano sin dogmatismos. Las relaciones
humanas, de cerca, cara a cara, se nos presentan imprescindibles en esta humana
tarea.
Somos
muchas las personas hambrientas de cultura, y esto nos hizo ser muy optimistas
ante el futuro de nuestro Ateneo Escurialense y de la propia humanidad. Y en
efecto así ha sido. Gracias a vuestras ansias de ciencia, arte y cultura hoy
hemos llegado hasta aquí, y en este caminar habéis tenido mucho que ver y sobre
todo que decir todos vosotros y vosotras.
En
nombre del Ateneo Escurialense os doy las gracias por vuestra ayuda, por
vuestra presencia y por vuestras ausencias. Entre todos y todas estamos consiguiendo
ese lugar de encuentro y de convivencia para fomentar la calidad de nuestra
vida. Es
una apuesta a favor del “hombre de carne y hueso” que diría Unamuno y de su
contacto personal con otras personas a través de la tertulia y del diálogo que
ella impone.
Hemos
creado “la sociedad de la “información” donde la palabra hablada, el tú a tú
personal, va quedando cada vez más relegado por los potentes e invasores medios
tecnológicos que protagonizan la “comunicación” humana llevándola a una
creciente deshumanización. No nos encontrarnos los unos con los otros. No
encontramos el tiempo ni el lugar. Ya no recordamos a qué sabe un apretón de
manos, o de qué color son los ojos que quieren mirarnos. Y, sin embargo,
sentimos la necesidad de los otros, echamos en falta su cercanía, ese cálido
aliento que nos empuja a ser nosotros mismos y a continuar edificando nuestro
propio camino. Vivimos en demasiados monólogos, y, a falta de interlocutores
válidos, hablamos con las máquinas”. J.L. Abellán.
Lejos
de la inacción o la barbarie, el Ateneo quiere recuperar la actitud sabia ante
la vida, el sentido humano del saber, el legado humanista e integrador de
nuestra cultura como una función catalizadora, llamada a la unión y a la paz
entre todos los seres humanos.
Nació
y vive con una filosofía de valores universales irrenunciables en
toda sociedad democrática. Ayuda a valorar la ciencia en nuestra sociedad como
defensa de la libertad intelectual y política, y sus señas de identidad se basan
en la libertad, el respeto, el diálogo y la tolerancia. Ellas conforman nuestro
marco de referencia. Preferimos una sonrisa a tener más razón que el otro. Todos
tenemos cabida y todos tenemos la palabra sin elitismos ni dogmatismos, sin
verdades fijas y acabadas para siempre. Cuánta más razón tenemos, menos
flexibles y tolerantes somos.
Hemos
abierto nuevos caminos por los que caminar. Las tareas del Ateneo son un reto
continuo que no termina nunca: Preocupación por la educación, “difundir las
luces”, el saber y propagación de los conocimientos que civilizan y mejoran la
especie humana como fundamento de la democracia. De la discusión nace la luz
decían los primeros ateneístas.
Don
Antonio Cánovas del Castillo en la toma de posesión como presidente del Ateneo
de Madrid habló del “alto sentido y espíritu social, de progreso y
civilización, de todo ateneo, y evocó las palabras del duque de Rivas en su
Discurso de presentación como primer presidente del Ateneo de Madrid en el año
1835: Una de las libres asociaciones de ciudadanos, espontáneamente nacidas a
la sombra de la libertad, que sin más impulso que el de sus buenos deseos, y
sin más estímulos que el de su propia ilustración, se juntan para esparcir
gratuitamente las luces (...). ¿Cabe añadir algo esencial á tan claras
palabras? No, por cierto”.
El
duque de Rivas hablaba del concurso de la inteligencia en la vida…y de la no
supresión de la actividad espiritual.
“Para
pensar es indispensable ser libres”, “nada restringe su espíritu”, nada humano
le es ajeno, defendía otro de sus presidentes, Don Manuel Azaña. No puede haber
democracia sin la debida educación del pueblo. Que no tengamos que
avergonzarnos de situaciones pasadas en las que el pueblo gritaba “vivan las
cadenas”.
Estamos
en período electoral en nuestro Ateneo Escurialense. La idea de progreso
indefinido de todo ateneo lleva consigo la de renovación de los cargos. Cargos
nuevos para nuevas ideas. Agradecemos a quienes dan este paso para poner su
granito de arena en todos estos objetivos.
Deseamos
promover nuestro Ateneo como centro educativo de nivel universitario,
establecer cátedras y colaborar en la federación de ateneos de España, de hispano
américa y del mundo para hacer oír el mensaje ateneístico en el mundo entero.
Os
animo a seguir ilusionados con esta grandiosa idea y a sentirse orgullosos de
pertenecer al Ateneo Escurialense de las Letras, las Artes y las Ciencias, el
ateneo de todos.
Un
abrazo
José
María Calvo de Andrés.
Presidente
fundador.
P.D.:
No puedo menos que recordar a aquellos amigos que nos acompañaron, nos
ofrecieron su amistad, han dejado una huella imborrable en nuestro Ateneo
Escurialense, y que ya no están con nosotros. Nuestro agradecimiento más
sincero. Nunca os olvidaremos.
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