Novela histórica

 Hola, hoy te felicito la Navidad y te deseo un feliz año nuevo con esta novela histórica que te ayuda a vivir la vida, a ser tú.

Don Antonio Acuña, obispo y capitán.

“¿Cuál ha sido mi crimen para encontrarme en esta deplorable situación?” Don Antonio se pregunta y nos pregunta desde la prisión en la que espera el cumplimiento de su sentencia de morir a garrote.

Te ofrezco este relato fruto de años de investigación histórica con la confianza en que te ayude a aumentar tus conocimientos de nuestra historia y pases unos buenos ratos con la apasionante vida de este obispo y capitán.

Es Jueves Santo, día anterior a su ejecución, se encuentra solo y abandonado de todos. Don Antonio comienza agradeciendo a su amigo Hernando de Porras la compañía y el consuelo que le brinda en estos fatídicos instantes de su vida.

“Gracias querido amigo -balbucea entre dientes-, vuestras palabras son un bálsamo liberador para este corazón atribulado. Veo que no todo está perdido y que la vida de este pequeño luchador puede encontrar algún sentido en estos trágicos momentos finales de su vida. 

“Vos me habéis acompañado en mi noble quehacer y conocéis bien los lances que han llenado la vida de este siempre leal súbdito. Serví con fidelidad a nuestros reyes Isabel y Fernando, tanto de embajador en Roma como en Castilla, al emperador Carlos hasta que… tuve que anteponer los sagrados intereses de nuestro pueblo a las ambiciones de gentes extrañas al mismo. En Roma los Santos Padres Alejandro VI y Julio II me mostraron su gran agradecimiento por mis desvelos en favor del Vaticano y de nuestra Santa Madre Iglesia”.

Va desgranando la complejidad de una vida dedicada a defender la Cruz y la espada, en tiempos de conflictos y guerras desde el reinado de Enrique IV hasta el término de la guerra de las Comunidades.

Llega el final: “En llegando a la plaza de Ronda, donde estaba tendida una alfombra, se hincó de rodillas y mientras hacía su oración a la Magnificencia Divina, con mucho fervor le dijo el verdugo Bartolomé de Zaratán”: Perdóneme vuestra excelencia. No quisiera ejercer hoy este oficio mío tan cruel, pero…

No tenéis que disculparos. Cumplid bien con vuestra obligación. “Yo os perdono y en empezando vuestro oficio procurad apretar recio”.

“…levanta la cabeza, dirige la mirada en derredor a una muchedumbre que parece disfrutar del espectáculo… con solemnidad les otorga su última bendición. Cesan las burlas, todos callan, enmudecen de repente y, silenciosos, caen de rodillas, cabizbajos… 

Esta novela histórica investiga las entrañas de nuestra historia: muestra el poder de la nobleza y de la iglesia, muy unidos como prueba el obispo Carrillo y el Cardenal Mendoza. La convivencia y diferencias entre las tres culturas: cristiana, judía y musulmana, ¿cómo y cuáles eran los juegos de los niños, jugaban juntos todos ellos? ¿Y qué sucedía cuando crecían? El amor en esta época, valores como la amistad y la lealtad o contravalores como la envidia y la traición. ¿Cómo era la medicina y quién la ejercía? El descubrimiento de América o el rol de la mujer, entre otros.

Personajes: El rey Enrique IV, Don Álvaro de Luna, Doña Juana “la Beltraneja”, el obispo Carrillo, el cardenal Mendoza, los condes de Alba y Aliste, el rey Alfonso de Portugal y su hijo Joao, los reyes Isabel y Fernando, Felipe el Hermoso, Doña Juana “la Loca”, el rey Carlos I, Padilla, Bravo y Maldonado, los Papas Inocencio III, Alejandro VI Y Julio II, etc.

Sería un honor para mí continuar este diálogo y que me cuentes tus impresiones. Un abrazo. Te doy mi blog y mi número de teléfono.

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