Entrevista de la periodista Doña Julia Sáez a Don José María Calvo, publicada en “La mirada actual”, Crónicas Escurialenses VI.
José María Calvo de Andrés es autor del libro “EL Escorial, la magia de un lugar” y fundador del Ateneo Escurialense.
Real
Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
José
María Calvo de Andrés (Villamor de los Escuderos, Zamora, 1946) es catedrático
y doctor en filosofía, licenciado en psicología, máster en educación por la
universidad de Montclair (USA), fundador del Ateneo Escurialense de las Letras,
las Artes y las Ciencias, miembro fundador de la asociación española de
Filosofía para Niños, escritor, conferenciante y pintor.
Ha escrito los siguientes libros:
“Educación y filosofía en el aula”,
Paidós, 1990
“Hola, soy Carlos”, ed. Osuna, 1992
“Hola Carlos, soy Platón”, Col.
Sophia, 2001
“Filosofar en la escuela”, Paidós,
2003.
“Villamor de los Escuderos, una
historia rural”, ed. Semuret, 2008
“El
Escorial, la magia de un lugar”, ed. Creación, 2009
“Éxito en educación”, ed. Creación,
2009.
“Filosofía para caminantes”, Libros en
red, 2010.
“Diccionario de sociología”, 2012,
col.
“Memorias
de un profesor”, ed. Ápeiron, 2016
“Soy Sophia: Viaje apasionante a
través de la historia de la filosofía”, ed. 2017
“Nuestro pueblo, El Escorial”, 2019,
col.
“EL Escorial, la mirada de sus
gentes”, 2021, col.
Ha colaborado en diversas revistas y
diarios, y ha hecho exposiciones artísticas de sus cuadros.
Blog:
https://josemariacalvo.blogspot.com
1. ¿Como profesor de
Filosofía, que le inspira el Monasterio de San Lorenzo a bote pronto?
Contestaré
a esta pregunta continuando las reflexiones que hice al escribir el libro “El
Escorial, la magia de un lugar”. Y comienzo
con estas palabras del padre Sigüenza: “Testigo fuerte que promete infinitos
siglos. Lugar radiante… por gracia y esfuerzo de tantos, que erigieron sobre
roca sentimientos”. Y siente respirar al monte Abantos.
Podría
rellenar la encuesta hablando únicamente de este monumental y mítico edificio,
símbolo del mayor imperio que haya tenido España. La diosa de la fortuna
decidió un día que yo comenzara mi vida escurialense como profesor en el mismo
Real Monasterio, que comenzó a formar una parte muy importante de mi vida, o
mejor, yo, mi vida, comenzamos a formar una mínima parte de la suya desde el
primer día. En estos parajes comencé mi propia metafísica.
Es en
estos sentidos en que siento que el Real Monasterio de San Lorenzo ha
impregnado todo el lugar con su magia, de manera que vemos cómo “al atardecer,
la Herrería se enciende y llamas de granito ardiente elevan sus plegarias al
infinito”.
2. ¿Qué le trajo a
instalarse en El Escorial?
“No importa tanto donde has llegado como adonde estás
yendo”.
Llegué a Madrid desde mis tierras zamoranas con mi juventud
a cuestas en busca de mi cielo que anhelaba y no conseguía. Un cielo que
refulgía dentro de mi alma y día a día se me perdía. Alguien llamó a mi puerta
para ofrecerme un nuevo cielo y encaminé mis pasos hacia esa nueva Ariadna que
me brindaba el lazo liberador, y el nuevo paraíso que contemplé tenía nombre de
Escorial. Buscaba mi ventura y como Ernest Hemingway “buscando el aire me
encontré con El Escorial”.
Me sentí
arrastrado, tal vez persuadido, a dirigir la mirada al nombre Escorial al igual
que habían hecho las ciencias, las artes, las letras, la historia misma de
España y del mundo y San Lorenzo y el Escorial se me aparecieron como nuevos y
relucientes cielos salvadores.
3. ¿Qué es lo que más le atrae
del Real Sitio y por qué?
¿Cómo podría trasmitir esa atracción con palabras?
Utilizaré las palabras del gran poeta y amigo Ramón de Garciasol “Si percutís
el aire, suena el tiempo, algo que os aguarda entregará su recado, y os sentiréis
más de la patria total de los nacidos”.
No soy capaz de señalar algo temiendo que lo no señalado me
señale a mí. He percibido, me ha tocado la armonía, la “magia” del lugar, como
titulo mi libro. Solamente afirmaré que si de Madrid al cielo, de Madrid al
cielo pasando por El Escorial. Soy su deudor, pues la geografía y la historia escurialenses
han ido introduciendo en mí y han alimentado mi alma hasta formar con ellas una
sola carne y un mismo espíritu.
4. Al monasterio, unos le llaman “piedra lírica” y otros “mole de piedra”. ¿Qué opina usted?
Como no puede ser menos estoy de acuerdo con nuestro maestro Ortega y Gasset. A mí me inspira lirismo y traigo también a otro de nuestros filósofos, a Don Miguel de Unamuno para advertir que nos sería más provechoso caminar por la vida sin anteojeras (prejuicios) y que debemos quietárnoslas al visitar el Real Monasterio.
Comencé mi vivir en San Lorenzo como profesor en el mismo
Monasterio, recuerdo que cuando llegué a la lonja el primer día de clase me
temblaban las piernas, me sentía tan diminuto y ya comencé a sentirme impregnado
de su magia. El Real Monasterio era ya mi circunstancia orteguiana con la cual
y a través de la cual tenía que salvarme yo mismo. Y me salvé o me salvó, escuché
a las piedras que dicen que son mudas y recibí su mensaje. Piedras desnudas,
llenas de ese arte sin ornamentación en el que “la verdad ama mucho la claridad
y la desnudez, y la que no es así, no es verdad”. P. Sigüenza.
5. Dentro del monasterio filipino, ¿qué
subrayaría?
Tantas cosas, tantos sentimientos. Mi relación con el
Monasterio y con El Escorial no es de saberes, de historia y arte, sino de ese
saber que es aprender a sentir, a vivir para saber amar. Sentir que esa “gran
piedra hizo vibrar el paisaje” como subraya mi compañero Adolfo Abascal, capaz
de transfigurar el entorno con su sola presencia. Si una idea se convirtió en
granito, el granito se convirtió a su vez en idea, sentimiento, carne. Amor
sería todo. Como decía Alfonso Paso “lo que me atrae, lo que me subyuga es todo
lo vivo que El Escorial encierra”.
No me presento como un turista más, aunque parece evidente
que la majestuosidad de la Basílica, el conjunto de la Real Biblioteca o el
Panteón llaman nuestra atención, pero si pensamos en la función total del
edificio como residencia real, como sede del mayor gobierno de la época, las
diversas salas y todo el conjunto con sus jardines me llegan muy dentro.
6. ¿Conoce el Monasterio de
Prestado en el pueblo de El Escorial junto al Ayuntamiento? ¿Lo ha visitado
alguna vez por dentro?
Sí, lo conozco y lo he visitado en varias ocasiones.
Algunas personas de las que trabajan en él han participado en nuestro Ateneo
Escurialense.
He asistido a algún acto oficial del Ayuntamiento que se ha
celebrado en él.
Para
quien no haya oído hablar de él, diremos que fue la residencia el rey Felipe II
antes de construir del Real Monasterio y aposento de la comunidad jerónima en
El Escorial. Fue abandonado cuando la corte y la comunidad se trasladaron al
Real Monasterio.
7. ¿Cree que debe reivindicarse
la figura de Felipe II de la leyenda negra?
La leyenda negra va contra España, contra el imperio
español e incluye a Felipe II. Yo no comparto esta leyenda negra ni ninguna
otra. Pienso que hay que respetar a los que no piensan como tú, la multiplicidad
de culturas con sus valores y desvalores. ¿Quién sabe los que son unos u otros?
Como dice Unamuno muchos de los que llegan a El Escorial “vienen buscando la sombra
de Felipe II y si no la encuentran se la figuran”.
No sé qué clases de reivindicación podemos reclamar y si
sirve para algo efectivo. Al menos la gente toma conciencia de su historia. Ya
es algo.
8. De los bosques que
rodean el monasterio ¿Cuál prefiere y por cual pasea?
Vine a descubrir nuevas tierras y ellas me descubrieron a
mí y en ellas fui encontrándome a mí mismo. Rememoro mis paseos matinales para
saludar al nuevo sol a través de Monte Abantos, las Machotas, el San Benito o
el Malagón, las acampadas en el bosque de la Herrería, la subida al pétreo
mirador de la Silla de Felipe II… He aprendido a mirar y a leer en los árboles
de esta sierra y a disfrutar sus paradisíacos paisajes.
¡Qué
decir de las Casitas! Vivo muy cerca de la Casita del Príncipe y sus jardines
han sido dueños de mis sueños, de mis alegrías y de mis lágrimas. Estos
jardines junto a los de La Manguilla han sido mi lugar de salvación sobre todo
durante la pandemia y los recorro casi todos los días.
9. De la inmensa bibliografía de El Escorial
¿qué libros le interesaron más?
En primer lugar, mi libro: El Escorial, la magia de un
lugar”. El hijo propio es más querido que los ajenos.
“El Escorial Iconos, imágenes y mitos” y “Visión de El
Escorial” de José Luís Abellán
Estos son libros diferentes a los “normales”.
En otro estilo más como historia puedo citar las obras del padre Sigüenza: ‘La fundación del monasterio de El Escorial’ …
“Reflexiones en torno a una bóveda” de Manuel Rincón Álvarez.
Los
estudios de Gregorio Sánchez Meco sobre distintos aspectos de los pueblos.
Podría
extenderme, pero estos son una muestra de mis intereses.
10. De las visitas que recibe en su casa, qué
elogios son los más frecuentes sobre e Real Sitio.
Todo el mundo valora El Escorial y su Monasterio como
símbolo histórico e hispánico, simbiosis entre presente y pasado para renacer
nuevos futuros, punto de referencia para la cultura, lugar en que caminan
juntos naturaleza e historia en mágica compenetración. Algunos lo conocen y
otros han oído hablar de él, y todos me felicitan por haber elegido este lugar
privilegiado para vivir. La Sierra oeste es preciosa. Como dije antes de el
Escorial al cielo.
11. ¿Cree que debieran
unirse los dos municipios -ya unidos en su continuidad: El Escorial y San Lorenzo?
Pues sí. Siempre se ha dicho que la unión hace la fuerza.
Parece que es una cuestión de pasiones y emociones entre las gentes más que de
razones. Tal vez la educación tuviera algo que aportar una vez más.
12. ¿Qué le falta o que le
sobra al Escorial?
No voy a echar nada en falta ni de sobra. Cada lugar es
como es y no añora lo que no tiene, porque no sería él, sino otro.
14. ¿Ha escrito sobre El
Escorial?
Sí, he escrito el libro “El Escorial, la magia de un
lugar”.
En colaboración: “Nuestro pueblo, El Escorial”, 2019, y “EL
Escorial, la mirada de sus gentes”, 2021.
Amén de artículos, etc.
15. ¿Qué recuerdos le traen
los primeros años de su fundación del Ateneo de El Escorial?
Recuerdos y vivencias cada vez mayores y mejores. Me decían
que no funcionaría, que la gente no colaboraría. Me lancé a crearlo y hubo
personas interesadas en que creciera y ya ha cumplido más de 15 años. Les doy
las gracias a todas ellas, especialmente a Doña Ana María Mulero Torres. Inspirado
en el Ateneo de Madrid le puse el nombre de “Ateneo Escurialense de las letras,
las artes y las ciencias” y adapté también los estatutos.
Me
alegro de haberlo creado por múltiples razones. Ofreceré dos de ellas: la
primera por haber proporcionado a muchas personas un lugar de encuentro y
libertad. Me gustaría que no se olvidara esto; y la segunda, porque nuestros
pueblos, nuestras gentes, se merecen tener un ateneo. Me preguntaba antes qué le
falta a El Escorial, pues pensé, pensamos que un Ateneo y ya lo tiene. Animo a
todo el mundo a participar para hacerlo crecer y a disfrutarlo.
En www.https://josemariacalvo.blogspot.com encontrará
un estudio sobre el origen de nuestro Ateneo Escurialense. También está en Facebook.
Termino esta presentación de nuevo con Ortega: En este Escorial “en el que he asentado mi alma he hallado la otra mitad de mi persona…”
Óleo sobre lienzo, José María
Calvo
1 comentario:
Concha Heras
Me ha parecido muy interesante la entrevista. Refleja tus vivencias profesionales y personales, tu admiración por el entorno natural, tu conocimiento de autores que se han ocupado del tema y has publicado libros El Escorial. Pero poner en marcha el Ateneo Escurialense es el mejor eflejo de tu amor por este Real Sitio. Fecunda tu dedicación. Gracias.
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