miércoles, 10 de enero de 2018

Conectivismo

Valores y limitaciones del conectivismo. Solo se puede aprender aquello que se ama, enseñaba Platón “Desde que somos mamíferos hace más de 200 millones de años, la emoción, aquello que nos extraña, que no nos resulta monótono es lo que nos mueve. Ahí se abre la ventana de la atención, imprescindible para aprender”, explica. La escuela enseña a través de la memorización, sin necesidad de pensar. La gente llega a la edad adulta y no sabe pensar por sí misma, se han dedicado a reproducir lo que dicen otros. Es cierto que necesitamos información en nuestra memoria, pero hay que cambiar el proceso por el que nos llega". Investigar y analizar por uno mismo. Cuestionar lo que se da como cierto. El conocimiento cambia continuamente. En todas las áreas aparecen nuevos hechos, nuevos conocimientos que hacen obsoletos los anteriores. El conectivismo propone una teoría creativa del conocimiento en la que los alumnos participan en el proceso de construcción de su conocimiento. La inteligencia no es algo dentro de la cabeza, sino que forma parte de las redes sociales y tecnológicas. Existe un ecosistema de conocimiento, un conocimiento distribuido en una red. La idea de que los profesores tienen las respuestas y por eso lideran el aprendizaje ya no sirve, nadie sabe cómo se resolverán los problemas que ya nos afectan hoy. Pasar de la escuela magistro-centrista, centrad en la actividad del docente, que monopoliza la palabra y las decisiones. Se confunde enseñanza con aprendizaje. El maestro enseña y ya se da por supuesto que el estudiante aprende. El alumno es insuflado, recibe, aprende de forma mecánica, y llega a ser lo que el sistema, por medio del docente, pretende. En este sistema tradicional tampoco importa mucho si los chicos aprenden y comprenden. ¿Qué es eso de aprender, de aprendizaje significativo? Nunca lo había escuchado antes. No se sabía ni importaba. Lo verdaderamente importante son las calificaciones, las estadísticas, el quedar bien ante la sociedad. La educación es el quehacer de la vida de cada uno; nadie lo hará por él. Educar es dejar que cada uno se eduque a sí mismo en diálogo con los demás, es ayudar a que se desarrollen sus posibilidades más que restringirlas. Estas posibilidades son tanto personales como sociales, intelectuales y morales. Es aprender a ser responsable, solidario y a afrontar problemas reales. Nadie puede hacerse solo, necesitamos a los otros. Convertir la clase en una comunidad de investigación, con el diálogo trasformador de la experiencia educativa como centro, en que los pensamientos y las palabras de los propios estudiantes pueden ser escuchados. Fortalece el pensamiento y el juicio, y los estudiantes descubren por ellos mismos los principios del razonamiento y aplican a su propia experiencia del mundo en el que viven Aprenden significativamente, pues el conocimiento es un proceso activo, construido por el estudiante. Las actividades no significativas se diluyen, se olvidan con rapidez, se expulsan del cerebro. Cada persona aprende lo que es relevante para su vida. Aumentan su autoestima y les prepara para adquirir aún más destrezas cognitivas y sociales, y a pensar, hablar y escribir. Importa el que aprende más que lo que se aprende. El estudiante crece, desarrolla sus potencialidades, se hace persona y es capaz de construir nuevos materiales curriculares adaptados a la sociedad en la que vive, no es un mero receptor. El rol del profesor cambia y mejora, ya no es el sabio que adoctrina desde lo alto de la tarima; no es el poseedor de la verdad, ni el detentador de la autoridad. Es la persona sensible, miembro de la comunidad de búsqueda, que ilusiona, y facilita el aprendizaje mientas camina junto con sus alumnos. Cada vez que le enseñamos algo a un niño, impedimos que lo descubra por sí mismo. El conectivismo como teoría del aprendizaje para la era digital, aplica los principios de redes para definir tanto el conocimiento como el proceso de aprendizaje. Lo define como un patrón particular de relaciones, como la creación de nuevas conexiones y patrones y la habilidad de maniobrar alrededor de estas redes. Es un movimiento innovador que da respuestas a estas nuevas demandas de la educación. George Siemens, establece que en el conectivismo, el aprendizaje y el conocimiento yacen en la diversidad de opiniones. El aprendizaje es el proceso de conectar nodos o fuentes de información. Los alumnos reconocen e interpretan las pautas y se ven influenciados por la diversidad de las redes, la fuerza de los lazos y su contexto. La transferencia se realiza mediante la conexión a, y agregar nodos y redes cada vez más personales. Las tecnologías móviles impactan y hacen evolucionar los modelos de aprendizaje y, más importante aún, cómo se pueden mejorar. Niños y niñas se sienten más cómodos con una pantalla táctil que con un libro, el estudiante universitario y los profesionales cuestionan el valor de los campus físicos, ante los campus virtuales, (Domínguez & Sánchez, 2009). Es necesario entender la forma como está estructurando el pensamiento de los estudiantes y desde él ver cómo se puede beneficiar el accionar docente y pedagógico de ésta nueva tendencia que gira entorno a la tecnología que permite la conectividad; El punto de inicio del conectismo es el individuo (Gravity, 2013), el conocimiento personal se hace de una red, que alimenta de información a organizaciones e instituciones, que a su vez retroalimentan información en la misma red, que finalmente termina proveyendo nuevo aprendizaje al individuo. El aprendizaje en diálogo, tanto el del grupo de clase como el colectivo global que es Internet (Martí-Vilar, Cortés, Noguera, & Company, 2013). Las herramientas aumentan la habilidad de interactuar con los demás, son extensiones de la humanidad, aumentando la habilidad para externalizar el pensamiento en formas que se pueden compartir con otros, como el trabajo socio-cultural de Vygotsky. Ayuda al aprendizaje social, partiendo del énfasis de Bandura en la auto-eficacia, Bruner, Vygotsky, y otros. El aprendizaje ya no es una actividad individualista. El conocimiento se distribuye a través de las redes. En nuestra sociedad digital, las conexiones y las conectividades dentro de las redes conducen al aprendizaje. Siemens y Downes han experimentado con cursos abiertos y han hecho hincapié en la importancia de la educación más abierta. Estas son algunas de las aportaciones del conectivismo al aprendizaje en nuestra era digital. Pero sabemos que es una herramienta más, pero solamente una herramienta que puede ayudar a los estudiantes en su proceso de educación y de aprendizaje. Debemos estar preparados para afrontar los retos que las nuevas tecnologías de nuestra era nos presentan para nuestro quehacer vital, así como de la nueva realidad virtual. Las personas siguen siendo los fines y no los medios, los protagonistas de sus vidas y de sus aprendizajes, y deben ser dueñas de estas herramientas y no sus esclavas. El aprendizaje y la educación no tienen como fin principal acceder al mercado, aunque la economía actual se llame economía del conocimiento. Enseñar la necesidad de la ciencia más que la ciencia misma (Ortega y Gasset) Que los estudiantes sientan la necesidad de aprender, en lugar de obligarlos bajo la amenaza de una calificación. Muchos estudiantes viven su aprendizaje de forma alienante tratando de aprender de memoria de libros que no comprenden y cuya importancia sospechan que es prácticamente nula. El aprendizaje no significativo se olvida inmediatamente. La mente de los niños no debe continuar siendo un almacén, un cementerio de algo muerto. Paolo Freire. “La persona formada no lo será a base de conocimientos inamovibles que posea en su mente, sino en función de sus capacidades para conocer lo que precise en cada momento.” Alvin Toffler. El fin de todo aprendizaje es aprender a pensar por sí mismo, a desarrollar el pensamiento crítico, y la creatividad. El programa “Aprender a pensar” de Matthew Lipman ya propugnaba estos enfoques en la nueva educación a mediados del siglo pasado.

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